La vía férrea


La vida del hombre puede ser semejante a la de una máquina ferroviaria, puede moverse libremente, pero siempre debe de ser sobre unos raíles que en nuestro caso representan el cumplimiento de las Leyes de Dios.
No podremos encontrar un soporte más sólido y seguro para el tránsito de nuestras vidas que la vía férrea de las Leyes de Dios. De hecho ningún medio de transporte transita habitualmente por lugares difíciles o abruptos para llegar a sus destinos porque ya existen lugares definidos para ser utilizados. La diferencia entre una persona sensata y otra que erróneamente dice ser liberal es que la sensata aconseja ser prudente y seguir la trayectoria definida para llegar a su destino respetando las normas establecidas para el tránsito, por el bien personal y también ajeno, pero la persona liberal inconscientemente defiende que podemos despeñarnos por el trayecto porque dice que estamos en nuestro derecho. Como podemos ver, la persona prudente es más libre cuando respeta las normas y aquellos que se ponen la etiqueta de liberales son más que nada camicaces para ellos y para aquellos que les ponen atención, pues si quieres vivir para siempre, respeta las leyes de Dios y llegarás a tu destino.

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