
- Este es un extraordinario ejemplo de un arte malo y decadente. Todo resulta espantoso y completamente inadecuado. El hombre no tiene la menor expresión y está vestido de un modo estrafalario. En realidad, no comprendo cómo han podido seleccionar un cuadro tan malo para esta exposición. Resulta una verdadera falta de respeto.
La esposa le jaló de un brazo, lo apartó discretamente y le dijo en voz baja: - Querido, está mirando un espejo.
- Que rápidos somos para ver los fallos de los demás, y cuánto nos cuesta reconocer los propios.
- Como dice el evangelio "vemos la brizna de paja en el ojo ajeno y no vemos la viga en el nuestro"
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